Previo
Son muchos los preparativos a cuidar, los detalles de última hora, y las discusiones que puedan provocar todo ello es lo típico del día a día en cualquier pareja próxima al matrimonio. Lo ideal sería que pasaran el proceso de preparar la boda con tranquilidad. Un buen truco es que en lugar de tomarlo como una obligación lo vivas como un juego. “¡Un juego!” Pensarías. Sí, no es fácil, pero tampoco imposible.
Nervios
Debes saber de todo el estrés que supone organizar una boda porque que ya te han contado otras parejas el “calvario”. Hacer otro tipo de cosas entre tantos preparativos te ayudará a desconectar, como por ejemplo disfrutar de sus últimos días de solteros volviendo al origen, como cuando se conocieron. Días previos a la boda pueden organizar una mini escapada, de uno o dos días, como les venga mejor.
El lugar es lo de menos, pueden ir al lugar de siempre o un lugar cercano, la esencia del asunto es cambiar de aires que no tengan que ver con la boda aunque sea solo por un día. Lo más importante en esta “miniluna de miel” es pasar tiempo juntos en pareja: salir a comer, coquetear como al principio de la relación, largos paseos, besos,… seguro que recordaran decenas de anécdotas de las cosas que hacían y decían cuando comenzaron a salir. Todo sea por relajarse y convivir con los nervios de la mejor manera posible.
El objetivo de esta escapada de la realidad es para disfrutar juntos.
Aparte de la miniluna de miel, también pueden quedarse en los días previos a la boda con las personas que han compartido su relación durante este tiempo, con los amigos. Tomárselo como una despedida distinta de la soltería, recordar junto a ellos sus mejores. Puede ser la antesala a una gran celebración, el momento para recordar batallitas y desear los mejores deseos para una nueva vida en juntos.