Se podría decir que los ingredientes naturales le brindan a su piel los mejores resultados, sin efectos secundarios. Una mascarilla de tomate puede brindarle a su piel una protección completa contra la sequedad del invierno y una serie de otras preocupaciones de la piel.

Los tomates son ricos en antioxidantes y ayudan a mejorar los niveles de circulación en los tejidos faciales, lo que le da a su rostro un rubor natural. Así es como puede proteger su piel en los inviernos con la ayuda de unos tomates rojos maduros.

  • Tomate y miel
  • Tomate y cúrcuma
  • Tomate y aceites esenciales
  • Tomate y yogur

Tomate y miel

Corta un tomate por la mitad y córtalo en rodajas después de sacar todas las semillas del interior. Triture las rodajas para formar una pasta fina y luego agregue unas cucharadas de miel. Aplique esta pasta como mascarilla y déjela secar durante los próximos 15 minutos. Luego, puede lavarse la cara con agua tibia, usando un lavado de cara suave.

La miel es un humectante natural que ayuda a la piel a absorber mejor la humedad y mantenerse hidratada. Los antioxidantes presentes en los tomates hacen que su piel luzca viva y fresca. Esta mascarilla no solo ayudará a restaurar la humedad perdida de su piel, sino que también le dará a su rostro un ligero brillo rosado.

Tomate y cúrcuma

Extraiga todas las semillas del interior de un tomate y tritúrelo para formar una pasta fina. Agregue dos o tres cucharaditas de cúrcuma y mezcle bien hasta que la textura de la pasta se vuelva uniforme. Aplique la pasta en la cara y la región del cuello y déjela secar. Una vez que la pasta se haya secado por completo, lávela con agua tibia. Observará un cambio notable en el tono de su piel y una reducción de sus imperfecciones.

La mascarilla hace que su piel sea más clara y uniforme, al tiempo que reduce la apariencia de líneas finas y arrugas. Debido a las propiedades medicinales de sus ingredientes, la mascarilla puede incluso ayudar a prevenir el acné y ciertas infecciones de la piel.

Tomate y aceites esenciales

Machaca un tomate hasta obtener una pasta y agrégale unas gotas de los aceites esenciales de tu elección. Masajea tu rostro con esta pasta con movimientos circulares, lo que permite una óptima absorción de los aceites y vitaminas presentes en ella. Esta mascarilla ayuda a rejuvenecer y nutrir los tejidos de la piel. También ayuda a mantener la piel bien hidratada, proporcionándole una hidratación duradera.

Tomate y yogur

Triturar un tomate y añadirle unas cucharadas de yogur. Aplique esta pasta como mascarilla y lávese la cara limpia después de aproximadamente 5 a 10 minutos de aplicación. La mascarilla ayuda a hidratar los tejidos de la piel y la hace suave y flexible. El yogur contiene bacterias probióticas que ayudan a mejorar la textura de la piel y combate el crecimiento de colonias bacterianas no deseadas. Los antioxidantes presentes en los tomates ayudan a evitar que la piel se seque en los inviernos.