La sugestión parece ser útil en algunos abordajes en particular, como por ejemplo el tratamiento del dolor crónico y para dejar de fumar, entre otros.

El término ‘sugestión’ hace referencia a la aceptación involuntaria de las ideas de los demás. Involucra un proceso de comunicación en el cual el receptor se convence de algo sin antes razonar. Además, quien da la idea puede —o no— hacerlo de manera deliberada. Un ejemplo claro son las publicidades orientadas al consumo.

No obstante, también pueden ser las palabras de un profesional. De hecho, este proceso es fundamental en la rama de la psicología, ya que es la manera en como los psicólogos ayudan al paciente a modificar sus conductas.

Pensemos en un ejemplo; el médico que le dice a su paciente de 70 años «tienes la salud de un joven de 25». ¿Acaso eso no es sugestión? ¿Acaso esas palabras no tienen un efecto sugestivo y de placebo? Como vemos, la rutina diaria está plagada de ejemplos en los que la sugestión se hace presente.

¿Qué es la sugestión?

La palabra sugestión proviene del latín suggerer y significa ‘colocar debajo’, ‘insinuar’ o ‘dar a entender’. Es un proceso psicológico por el que una persona es influenciada por otra a pensar y a actuar de determinada manera.

Hoy en día, su uso se ha ampliado a los medios de comunicación, a personajes famosos como los influencers y también a la publicidad. Y es que también se asocia a la manipulación mental, dado que es una forma de inducir determinados comportamientos y conductas en una persona.

Desde ese punto de vista, cuando se emplea para fines propios, es muy cuestionada como técnica, porque va en contra de la ética profesional. Sin embargo, como contrapartida, se utiliza en la psicoterapia, en procesos de curación y como estrategia enseñanza-aprendizaje, dado que resulta muy útil para promover el cambio.

Su clave está en el uso de la palabra, uno de los principales vehículos para comunicar la idea influyente. No obstante, dado que también se emplea en el ámbito de la psicología publicitaria, una imagen también puede condensar muchos sentidos y resultar impactante.

  • De paz Leyva (2019) refiere que la sugestión opera desde el plano de lo afectivo, hablando hacia la subjetividad, dejando de lado la argumentación lógica y racional.
  • En la misma línea, Stokvis y Pflanz (2008) definen a la sugestión como «una influencia que se ejerce sobre el pensamiento, el sentimiento, la voluntad o los actos de otra persona, sin pasar por la esfera racional de esta, a base de una relación interhumana de realización en otra persona de los actos de voluntad propios que crea una resonancia afectiva».

Por último, la sugestión parece ser útil en algunos abordajes en particular, como por ejemplo el tratamiento del dolor crónico, las terapias para dejar de fumar, entre otros.

Tipos de sugestión

Existen distintos tipos de sugestión. Podemos distinguir los siguientes.

Sugestión directa

Es aquella en la que se le indica a la persona —de manera clara y concreta— lo que debe hacer. Por ejemplo; «estira tus brazos junto a tu cuerpo, cierra los ojos y respira profundo».

Sugestión indirecta

De manera menos clara y focalizada, se asocia a ciertos mensajes subliminales que llevan a que la persona siga determinada conducta o tome cierta decisión como si lo hubiese realizado por sí misma. En este tipo de sugestión se destaca que hay un mayor margen de acción para el individuo sugestionado.

Sugestión hipnótica

Es aquella que se logra tras una sesión de hipnosis, y en la que la persona sigue las instrucciones que recibe durante dicho estado de menor conciencia. Para diversos autores la sugestionabilidad es una característica definitiva de la hipnosis.

Otros tipos de sugestión

Otra clasificación de la sugestión tiene que ver con las reacciones esperadas a partir de la instrucción. Por ejemplo, las sugestiones motoras, que son aquellas orientadas a conseguir un determinado movimiento de la persona.

Dentro de este tipo también se encuentran las sugestiones sensorio-fisiológicas, dirigidas a inducir respuestas vinculadas a la capacidad propioceptiva de una persona. Así las cosas, uno de sus usos es para el alivio del dolor crónico.

Por su parte, las sugestiones cognitivo-perceptivas buscan intervenir en las funciones superiores, como la memoria y los procesos auditivos y visuales, implicados en la percepción de los estímulos.

La sugestión no debe entrar en conflicto con las ideas de la persona

Se habla mucho de la utilidad de la sugestión como técnica. Sin embargo, su aplicación requiere de cierto dominio y arte. Paz Leyva destaca que la sugestión solo será eficaz si no conflictúa a la persona, ni sus instrucciones ponen en tensión aquello que valora o piensa.

Además, destaca que sus efectos están asociados al prestigio, la legitimidad o la validez que le otorguemos a quien sugestiona. Por último, la autora reconoce que existe la técnica emocional positiva como una forma de sugestionar, que trabaja desde una emoción deseada para lograr el cambio.