El tema de las fajas por parto es muy delicado ya que cuenta con grandes defensores y otras personas, que no recomiendan para nada su uso. Conoce en este post las ventajas y desventajas de utilizar las fajas post parto.
Tras dar a luz y haber pasado aproximadamente seis semanas, el cuerpo de la mujer comienza a experimentar cambios de manera progresiva, ya que los órganos deben ir reorganizándose. Es entonces cuando las mujeres comienzan a preguntarse si deberían utilizar las fajas postparto.
Popularmente se piensa que son de gran ayuda para la distensión provocada en el abdomen como consecuencia del embarazo. Si eres de aquellas mujeres que acaban de dar a luz y tienes dudas acerca de si deberías utilizarlas, debes saber que no existe una sola respuesta, sino que dependerá de las recomendaciones que te haga tu gineco-obstetra, en función de la historia clínica.
He tenido un parto vaginal, ¿debería utilizar fajas post parto?
Si has tenido un parto vaginal, debes de saber que tu recuperación será mucho más rápida que si hubieras tenido que someterte a una cesárea. Por lo tanto, muchos médicos coinciden en la idea de que no deberías emplear fajas post parto, ya que no lo consideran necesario.
Debes hacerte a la idea que la musculatura abdominal volverá a su sitio por si sola. De ser así, esto te aportará multitud de beneficios por si quedas embarazada de nuevo, ya que tus músculos volverás a su modo natural.
Cuando el abdomen crece demasiado, ya sea por sobrepeso o porque has tenido un embarazo múltiple, los médicos comienzan a evaluar si necesitarías fajas post parto o no. En el caso de que finalmente decidieran que sí, deberían de ser de tipo tubular, ya que este tipo evita que se concentre el calor en la zona de la entrepierna y se produzca una sudoración excesiva.
Me han realizado una cesárea, ¿debería utilizar fajas post parto?
Cuando la mujer se somete a una cesárea, es común que comience a sentir inseguridad a la hora de realizar determinados movimientos o, simplemente, caminar, mientras que está cicatrizando. En estos casos, los médicos suelen optar por recomendar utilizar fajas post parto debido a que estas les proporcionarán el soporte necesario para poder moverse con facilidad.
En estos casos, emplear fajas post parto puede acelerar el proceso de recuperación y hacer que la mujer se incorpore a su rutina lo antes posible, por lo tanto, puede ser un plus para aquellas personas que trabajan y no le han proporcionado un permiso por maternidad.
En los últimos años, son más las mujeres que han optado por emplear fajas post parto, no obstante, debes saber que el uso de estas no asegura que prevengan la flacidez de el abdomen ni tampoco benefician la involución uterina. Es más, el valor psicológico que tienen y los beneficios a la hora de cicatrizar, ya que son útiles para cerrar determinados músculos y reducir la posible inflamación.
Ventajas de emplear fajas post parto
- Proporciona apoyo a la hora de andar. La madre se sentirá más cómoda ya que esta corrige la postura y aporta estabilidad.
- Contiene la distensión del abdomen. Te ayudará a volver a tu figura normal más rápido.
- Disminuye los niveles de dolor. Calma la intensidad del dolor que se suele dar después del parto, aportando firmeza en la zona de la cintura y en las lumbares.
- Nos ayuda a cicatrizar. En el caso de haberte sometido a una cesárea, la faja favorece la transpiración y nos permite tener bien cerrada la herida, favoreciendo el proceso de cicatrización y protegiendo la sutura en el caso de caída o tropiezos.
- Mejora el estado de ánimo. Gracias a la faja el abdomen se percibe menos abultado. Al ver tu figura más esterilizada, esto te influye de manera positiva en tu estado de ánimo.
- Actúa proporcionando presión a la zona del abdomen. Debido a la presión que ejerce, el proceso de reacomodar los órganos internos se verá acelerado. No obstante, debes prestar atención a que la faja no apriete mucho, sino esto generará una mayor inflamación.
Desventajas de emplear fajas post parto
- Impide que se lleve a cabo una correcta cicatrización. Si lo usas inmediatamente después de haber sometido a una cesárea y por un periodo demasiado prolongado, evitarás que la herida transpire adecuadamente.
- Debilita el suelo pélvico. Cuando se reordenan los órganos pueden verse afectados ya que la faja ejerce presión en el momento en el que más débiles se encuentran debido al Esto puede causar problemas en el suelo pélvico.
- Interviene en proceso de la elasticidad de los músculos. La faja impide que los músculos se recojan sin emplear un soporte extra al que recurre la madre a la hora de comenzar a caminar.
- Aumenta la inflamación. Esta puede empeorar si se ejerce una presión alta sobre el abdomen.