En la mayoría de las personas, el insomnio desaparece de forma natural sin necesidad de tratamiento. El primer paso para superar el insomnio es aprender hábitos de sueño saludables y cambiar cualquier factor de estilo de vida que pueda estar contribuyendo al problema.
Consejos para un sueño saludable
- Tenga una rutina de sueño regular: intente acostarse y despertarse a la misma hora todos los días.
- Elimine la cafeína, la nicotina y el alcohol, o al menos reduzca, y limite sus lattes solo por las mañanas.
- Puede ayudar a reducir o suspender algunos tipos de medicamentos recetados, pero solo bajo la supervisión de un médico.
- Haga ejercicio con regularidad, pero no por la noche.
- Evite las siestas durante el día.
- Asegúrese de que el dormitorio sea silencioso, oscuro y no sobrecalentado.
- Evite la televisión o las pantallas de computadora en el dormitorio o durante una hora antes de acostarse.
- Si no puede dormir, vaya a otra habitación y realice una actividad tranquila hasta que se sienta cansado y luego vuelva a intentarlo.
- Haz algo relajante antes de acostarte.
Técnicas de relajación
Aprender a relajarse antes de acostarse puede ayudarlo a dejar de lado las preocupaciones y preparar su cuerpo para dormir. Los ejercicios de respiración, la relajación muscular progresiva y la meditación pueden ser técnicas útiles antes de dormir.
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
La terapia cognitivo-conductual (TCC) suele ser la primera línea de tratamiento si las estrategias de sueño y relajación no son efectivas. La TCC, un tratamiento que se basa en la idea de que la forma en que piensa y actúa afecta cómo se siente, suele ser proporcionado por un psicólogo y se puede realizar de forma individual o en grupo. La TCC es eficaz para el insomnio, la ansiedad y la depresión.
Medicación para el insomnio
En el caso de insomnio crónico donde otros métodos no han ayudado, los médicos pueden recetar medicamentos. Esto puede resultar útil durante un breve período de tiempo. Sin embargo, el uso prolongado de medicamentos puede causar adicción y puede tener efectos secundarios. Estos pueden incluir deambular por la noche, agitación, somnolencia excesiva, problemas de pensamiento, problemas de equilibrio o reacciones alérgicas.
También es posible que lo deriven a un especialista en sueño o una clínica, quienes pueden sugerirle un estudio del sueño para comprender qué podría estar causando su falta de sueño.