Una mala circulación sanguínea en los pies y piernas es una dolencia bastante frecuente, esta se caracteriza por una desagradable sensación de pesadez acompañada, en muchos casos, de un hormigueo e hinchazón de los tobillos y las pantorrillas. En algunas ocasiones también se puede observar una hinchazón que genera un aumento del diámetro y volumen en la parte inferior de la pierna. Esto se produce por la dificultad del retorno venoso de las extremidades inferiores.

Los factores de riesgo de las enfermedades vasculares pueden variar, dependiendo de la enfermedad específica, pero los más comunes son:

  • Edad
  • Condiciones que pueden afectar el corazón y los vasos sanguíneos como la diabetes o el colesterol elevado.
  • Antecedentes familiares de enfermedades vasculares o cardíacas.
  • Infección o lesión que daña las venas.
  • Falta de ejercicio físico.
  • Obesidad.
  • Embarazo.
  • Estar sentado durante mucho tiempo.
  • Tabaquismo y consumo de alcohol.

Para hacer un diagnóstico, será un médico quien haga un examen físico y pregunte sobre los síntomas y antecedentes clínicos. El tratamiento dependerá de la enfermedad vascular pero, en general, se aplican cambios en el estilo de vida, medicamentos bajo prescripción médica, procedimientos no quirúrgicos como angioplastia, colocación de stent y ablación de venas o, en último caso, cirugía.

En este sentido, seguir una dieta sana y equilibrada y hacer ejercicio físico con frecuencia es esencial para evitar este problema, pero también existen remedios naturales como ciertas plantas medicinales que ayudan a mejorar la circulación.

¿Cuáles son las plantas que mejoran la circulación?

La combinación de las siguientes plantas con la práctica de deporte específico para mejorar la circulación de las piernas es ideal para fortalecer el tono venoso y restaurar la ligereza de las piernas.

Ginkgo biloba

Es conocido por sus amplios beneficios, entre los que destaca su capacidad para mejorar la memoria y la concentración, combatir el envejecimiento celular y mejorar la circulación sanguínea. Los ingredientes activos se encuentran en las hojas y se puede tomar en infusión, en cápsulas o en gel para masajes en tobillos y pantorrillas.

Vid roja

La parte de la vid roja (Vitis vinifera) que se utiliza con fines medicinales son las hojas, las cuales son ricas en polifenoles y flavonoides. Son venotónicas astringentes y vasoprotectoras, además de su acción protectora sobre los capilares sanguíneos. Así, alivia el dolor, la hinchazón, el picor, los calambres, las piernas cansadas y otros síntomas de la insuficiencia venosa leve. Se puede tomar como preparado de uso interno con extracto seco o fluido y para uso tópico en forma de infusión o de cremas.

Hamamelis

Se trata de un arbusto muy utilizado en fitoterapia para mejorar el sistema circulatorio, ya que protege los pequeños vasos y capilares y mejora el retorno venoso, por lo que ayuda a recuperar la sensación de piernas ligeras. Se aplica de forma local sobre calenturas, inflamaciones, picores en las varices, hemorroides y sabañones y también se puede encontrar en forma de cápsulas.

Jengibre

El jengibre es un estimulante circulatorio y vasodilatador que tiene también propiedades contra el colesterol malo (LDL). Se puede tomar en polvo disuelto en agua caliente, en tintura o en cápsulas para contribuir al tratamiento de la arteriosclerosis.

Rusco

El rusco (Ruscus aculeatus L.) es venotónico, diurético y antiinflamatorio. Asimismo, estimula las paredes venosas y reduce el estancamiento de la sangre. Se usa el extracto para tratar diferentes problemas de insuficiencia venosa como pueden ser hemorroides, varices, flebitis y edema.

Castaño de indias

La semilla tiene propiedades como la escina, que tiene una acción antiinflamatoria, venotónica y antiedematosa. Alivia los síntomas de insuficiencia venosa, edemas, hematomas, hemorroides, varices, flebitis y dolor articular. Se usa en forma de infusión, desecada y molida en decocción y compresas.